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Un centro de investigación excepcional en París

Un centro de investigación excepcional en París - © institut-ICM_72dpi_1920

Una vez que haya atravesado el recinto del Centro Hospitalario Universitario (CHU) Pitié-Salpêtrière, en el corazón de París, hay que tomar algunas encrucijadas antes de llegar frente a una moderna construcción de varios pisos, todo de vidrio y transparente. Le damos la bienvenida al Institut du Cerveau (o Instituto del Cerebro de París), un centro de investigación científica y médica de excelencia, establecido en París desde 2010 y dedicado al estudio del cerebro y la médula espinal. Procedentes de todos los ámbitos de la vida y de todos los países, los mejores investigadores están llevando a cabo allí investigaciones punteras en neurociencia.

Entrevista con Dafni Hadjieconomou, jefa del equipo de «Gut Sense Lab» y Bassem Hassan, director de investigación del Inserm y jefe del equipo de «Desarrollo del Cerebro».


Dafni Hadjieconomou, del cerebro al intestino

Trayectoria

Crecí entre Grecia y Chipre, estudié biología molecular y genética en la universidad. Cuando descubrí la neurociencia, y especialmente todo lo relacionado con el funcionamiento del cerebro, ¡realmente me enamoré a primera vista! Fui a Londres para continuar mis estudios y ahí es donde empecé a trabajar en la genética de las moscas. Al final de mis años de doctorado, me interesé por el sistema nervioso del intestino y especialmente por la comunicación entre el cerebro y el intestino.

Desde septiembre de 2023

Me uní al Instituto del Cerebro en septiembre de 2023 como jefa del equipo de laboratorio del «Gut Sense Lab». Lo que es único del Instituto del Cerebro es esta combinación de investigación fundamental y clínica que nos permite cotejar nuestra investigación con las preguntas de nuestros colegas médicos, lo que nos hace avanzar considerablemente. También es un lugar donde tenemos gran libertad para llevar a cabo nuestra investigación, lo cual es extremadamente importante.

Vida en París

Me gusta mucho París y estoy muy feliz de trabajar y vivir aquí, ¡incluso si la instalación de una familia es siempre algo complicado! Administrativamente, no siempre es fácil orientarse, pero siempre se acaba solucionando. Cuando tienes niños pequeños y has vivido en Londres, que es mi caso, te encuentras con que París ofrece una calidad de vida muy agradable y asequible. En Londres, el cuidado de los niños es muy caro y a veces requiere que uno de los padres, a menudo la esposa, se quede en casa para cuidarlos. Aquí en Francia, la vida profesional y la vida familiar se equilibran, es mucho más satisfactorio.

Trabajos de investigación

En el Instituto, trabajo en las neuronas intestinales desde un punto de vista molecular a partir de la mosca de la fruta. En ella podemos estudiar el impacto de un solo gen, en una sola neurona, en un momento específico de la vida del insecto. El trabajo del equipo se centra en cómo nuestras elecciones de vida están intrínsecamente vinculadas a esta comunicación entre el intestino y el cerebro. Ya hay estudios sobre moscas que muestran que el ejercicio físico les es beneficioso, pero nadie sabe realmente cómo se expresa esto a nivel molecular. Por el contrario, en el caso de una dieta rica en azúcares que conduce a la obesidad del animal, queremos identificar qué tipos de células, en el cerebro o el intestino, están implicadas en este fenómeno. Nuestro objetivo es identificar los mecanismos fundamentales utilizados por las neuronas intestinales para regular el metabolismo o, por el contrario, contribuir a la aparición de enfermedades.


Bassem Hassan, investigación y diversidad

Trayectoria

Nací en Alemania y cuando era niño, mis padres volvieron a vivir en el Líbano, su país natal. Al año siguiente estalló una guerra civil en el país. Después del bachillerato, fui a estudiar a los Estados Unidos, donde me quedé durante más de diez años para hacer mi doctorado y postdoctorado. Luego, pasé quince años en Bélgica, en el VIB Center for the Biology of Disease en Lovaina. Siempre he trabajado en el sistema nervioso en general, y en el cerebro en particular. En 2016, tuve la oportunidad de venir a trabajar aquí, donde lidero un equipo de investigadores sobre el desarrollo del cerebro. Durante 5 años, también ocupé el cargo de director científico y director de plataformas tecnológicas.

Alcance internacional

El Instituto tuvo, desde el principio, el objetivo de convertirse en un centro de referencia de alcance internacional y eso es lo que me gustó inmediatamente. El progreso realizado desde entonces es prueba de ello: hoy contamos con más de 600 colaboradores de 45 nacionalidades diferentes y 27 equipos de investigación. Esta dimensión internacional y esta diversidad son, en mi opinión, esenciales para alcanzar la excelencia en un entorno como el nuestro: cuando contratas a investigadores formados en el extranjero de diferentes orígenes, sabes que pensarán de manera diferente, reflexionarán de otra forma, orientarán a sus estudiantes de una manera distinta y harán que otros investigadores quieran unirse a ellos. ¡Eso marca una gran diferencia! Un entorno cerrado inevitablemente termina replegándose de nuevo en sí mismo y es incapaz de producir nuevas ideas con el tiempo. Por el contrario, al diversificar los puntos de vista y los equipos, aumentas tus posibilidades de hacer nuevos descubrimientos y llevar la reflexión cada vez más lejos.

El cerebro, ese gran desconocido

Al reunir a pacientes, médicos, investigadores e ingenieros en un solo lugar, el objetivo del Instituto es desarrollar tratamientos para los trastornos del sistema nervioso lo más rápidamente posible. Todavía nos queda mucho por aprender sobre su funcionamiento y sus patologías, que hoy representan un enorme problema de salud pública: Alzheimer y Parkinson, esclerosis múltiple, depresión, epilepsia, enfermedad de Charcot, etc. Para entender mejor estos trastornos, necesitamos examinar el cerebro desde todos los ángulos. Y somos muy afortunados en el Instituto del Cerebro de poder formular nuevas preguntas cada día.

Vida en París

¡Soy un gran fan de París! La ciudad me parece magnífica, me gusta pasear por el Sena y por las calles, descubrir los numerosos barrios donde siempre hay una buena panadería, una tienda de ultramarinos típica, una carnicería o una tienda de quesos de excelencia. La cultura es omnipresente en esta ciudad, y de una manera accesible. Hay obras de teatro que han estado representándose durante años y que solo se pueden ver aquí. ¡Ni siquiera en Nueva York tienes eso!

 

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