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Francia versus COVID-19: cuando las mascarillas son la nueva moda

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Ante la propagación de la epidemia de la COVID-19, Francia declaró el confinamiento el 16 de marzo de 2020. Para los comercios minoristas de moda y lujo, el cierre de los negocios «no esenciales» significó que sus tiendas estarían cerradas durante varias semanas. La Federación Francesa de Alta Costura y Moda canceló su Semana de la Moda de Verano. Pero, a pesar de estos retos sin precedentes, el sector francés de la moda y el lujo demostró una creatividad y un ingenio extraordinarios en la lucha contra el coronavirus.

Los insólitos retos en la cadena de producción y suministro generan una solidaridad extraordinaria por parte del sector del lujo

La industria de la moda y el lujo está siendo atacada en varios frentes: la contención en China provocó cuellos de botella en la cadena de producción y suministro, las tiendas minoristas están cerradas y el aumento de las ventas del comercio electrónico está beneficiando a productos más cotidianos y «esenciales» como los alimentos o el papel higiénico y no a la ropa o los complementos. Para muchas empresas del sector, la crisis tendrá un gran impacto económico. Por ejemplo, el cierre de un mes de los grandes almacenes del Boulevard Haussmann, Galeries Lafayette y Printemps, supondría 83 millones de euros en pérdidas de ingresos.

Las fábricas en suelo francés también están cerradas indefinidamente. En lugar de esperar a una fecha de reapertura que aún no se ha hecho pública, Chanel, Hermès, Kering, LVMH y todos los principales agentes de la industria francesa del lujo decidieron tomar medidas y dedicar sus instalaciones de producción al «esfuerzo bélico».

«Europa es ahora el epicentro de la pandemia de la COVID-19 y Francia se ha visto gravemente afectada por el virus. Francia, hogar de LVMH y de la mayoría de sus firmas, necesita ayuda de todas las fuentes posibles y el Grupo está llevando a cabo numerosas iniciativas solidarias».

LVMH , Página de LVMH en LinkedIn (https://www.linkedin.com/posts/lvmh_lvmhjoinsforces-activity-6656614769866481664-GYmd)

Equipar los hospitales: cuando los vestidos y perfumes se convierten en batas protectoras y desinfectantes de manos

Los hospitales de toda Francia y Europa necesitan suministros y equipos médicos esenciales. Según el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, el país gasta 40 millones de mascarillas a la semana, por lo que cada mascarilla cuenta. Los gigantes franceses del lujo están utilizando sus fábricas y a su personal para producir mascarillas, batas de protección y gel hidroalcohólico para paliar la grave escasez de materiales de protección.

Los talleres franceses de las empresas de Kering Balenciaga y Saint Laurent se han puesto a producir mascarillas quirúrgicas. Prometieron tres millones de unidades a los servicios sanitarios. L’Oréal adaptó sus líneas de producción de La Roche-Posay y Garnier para fabricar gel hidroalcohólico. Hermès ha entregado ya más de 30 toneladas de gel hidroalcohólico y más de 31 000 mascarillas protectoras. En Chanel, 150 modistas y costureros de las firmas de alta costura, prêt-à-porter y autor dejaron de coser prendas de diseñadores para dedicarse a confeccionar mascarillas y trajes protectores.

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Arrimando el hombro también, LVMH comenzó a fabricar «todo el gel (hidroalcohólico) que fuera necesario para ayudar a las autoridades públicas» en tres de sus centros de producción franceses dedicados normalmente a perfumes y cosméticos: Dior, Guerlain y Givenchy. El gel se entrega gratis a diario a las autoridades sanitarias francesas y prioritariamente a AP-HP (Assistance Publique-Hôpitaux de Paris), el sistema hospitalario público de la capital.

Louis Vuitton, por su parte, ha empleado a 300 artesanos para fabricar cientos de miles de mascarillas no quirúrgicas en sus factorías de Francia para distribuirlas entre las personas más necesitadas, incluidas personas mayores que viven en residencias.

Actuar de manera responsable aliviando el esfuerzo económico público

Cuando el gobierno francés puso en marcha medidas de ayuda económica para las empresas de todo el país, las marcas de lujo anunciaron que actuarían con responsabilidad, negándose a añadir más peso al difícil equilibrio del estado del bienestar.

Chanel dijo que no enviaría a ninguno de sus 8500 empleados al paro temporal (una medida establecida por el Gobierno para ayudar a las empresas a capear el temporal) durante un periodo de 8 semanas aunque preveía una gran caída de su actividad económica.

«Esta decisión forma parte de nuestro plan de solidaridad responsable. Porque el Estado francés tendrá otras prioridades. Tendrá que acudir al rescate de empresas en dificultades».

Bruno Pavlovsky , Presidente de Chanel SAS.

En los comunicados de prensa que publicaron el 30 de marzo, Hermès y L’Oréal también afirmaron que garantizarían la continuidad del 100 % del empleo y de los salarios de sus empleados en Francia y en el extranjero (lo que supone casi 15 500 personas en Hermès y 13 400 en L’Oréal, de las que más de 3000 están actualmente privadas de actividad).

Iniciativas de financiación para luchar contra la COVID-19

Algunas de esas empresas no solo se han negado a recurrir a las ayudas públicas excepcionales, sino que también están haciendo contribuciones.

Antes de pasar a la producción, Chanel había donado más de 50 000 mascarillas a hospitales, bomberos, policía y gendarmería (fuerza militar con funciones policiales), mientras que LVMH puso a trabajar sus redes de contactos, en especial en China, para responder a la falta de mascarillas para los trabajadores sanitarios. La primera entrega de 10 millones de mascarillas (de un total de 40 millones), valoradas en unos 5 millones de euros, fue transportada desde China en un avión de carga de Air France fletado por Bolloré Logistics.

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Como mayor sistema médico de Francia, AP-HP (Assistance Publique-Hôpitaux de Paris) concentra la mayor parte de los esfuerzos económicos: Hermès anunció una donación de 20 millones de euros, mientras que Kering participa en la financiación de 3D COVID, un programa para proveer equipos básicos a sanitarios y pacientes, en colaboración con la Universidad de París. 

«El poder de la colaboración público-privada en tiempos de crisis es una sinergia que permite combinar la eficiencia con una gran capacidad de respuesta»

Pr. G. Friedlander , Decano de la UFR de Medicina de París Centro

Chanel prometió 1,2 millones de euros al fondo de emergencia creado por la Fundación de AP-HP, la Fundación Georges Pompidou y el SAMU (servicios de emergencia franceses). La donación servirá para ayudar a los trabajadores de los hospitales que han estado en primera línea desde el inicio de la epidemia en Francia. Kering también hizo una donación económica de una cantidad no revelada al Instituto Pasteur para apoyar la investigación sobre la COVID-19.

Desde el comienzo de esta crisis sin precedentes que ha paralizado las economías, sobrecargando los sistemas sanitarios y alterando profundamente nuestra vida cotidiana, los grupos de lujo y las marcas de moda francesas se han unido a la lucha proporcionando suministros cruciales y donando millones de euros a investigadores y organizaciones sin ánimo de lucro, sumándose a los esfuerzos para ayudar.

La Región Parisina se enorgullece de su compromiso y agradece todas las iniciativas privadas que nos están ayudando a salir de esta crisis.

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Lola Legros

Creative Industries
Expert